lunes, 18 de abril de 2011

Sucedió hace 125 años: Un Primero de Mayo de 1886

Agustín Muñoz V.





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Esta crónica la escribí en 1988 y fue publicada el 28 de Abril de ese año en el N°155 de la desaparecida y valerosa revista chilena "CAUCE". La portada de la revista destacaba en grandes titulares: "Último Primero de Mayo sin Democracia", pues la Democracia en Chile aún se hacía esperar, aunque el plesbicito estaba próximo. El dictador Pinochet gobernaba todavía en gloria y majestad; sin embargo, habían fuertes esperanzas de cambio. Ricardo Lagos recientemente había emplazado de manera temeraria y sin ambiguedades al dictador, Presidente y Capitán general, Augusto Pinochet, en el programa de televisión " De cara al país" cuando lo entrevistaba la periodista Raquel Correa.




Esta crónica conserva, a mi juicio, actualidad y me parece que en vísperas de un nuevo aniversario de los sucesos de 1886, puede ser también una manera de rendir homenaje a los esforzados y valientes periodistas de las revistas de ese tiempo y de manera muy particular a los que trabajaban para Cauce, Análisis, Apsi, Hoy, Mensaje y tantas otras.




El contenido es estrictamente el mismo, con muy leves modificaciones en el título y en el texto en cuanto a los años transcurridos.






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En casi todo el mundo el 1° de Mayo es un día de fiesta. Evidentemente no se trabaja y si por fortuna cae en día Viernes o Lunes , los motivos de alegría son dobles. Algunos aprovechan del feriado para gozar de un largo y agradable fin de semana ; otros dormirán hasta más tarde y luego continuarán disfrutando en compañía familiar. Sin embargo, en algún momento, la beatífica paz de esos honestos ciudadanos será de alguna forma perturbada, sea por el paso de grupos de individuos que acompañados de bombos y otros instrumentos, gritan consignas diversas por medio de altavoces , sea por las informaciones de la radio o la televisión dando cuenta de manifestaciones, discursos, número de asistentes y de los resultados de la violencia policial contra los trabajadores. Con toda seguridad se informará también que en otros países ha habido celebraciones similares y en la TV, las imágenes mostrarán muchedumbres con lienzos y banderas cantando Marsellesas Socialistas o la infaltable Internacional.




A esas alturas nuestros reposados hombres de trabajo pensarán sin duda que son cosas de extremistas, de opositores al orden establecido y volverán a su calma habitual. Claro, se sorprenderán tal vez un poco cuando escuchen que países muy civilizados como Alemania, España, Inglaterra, Francia y ciertamente los escandinavos, han conocido perturbaciones similares sin ser reprimidos y, mucho más aún, cuando sepan que el Capitán General se ha encerrado en el "Diego Portales" o en otro lado, con algunos de sus amigos para manifestar a su manera. Al final de la emisión respirarán algo más tranquilos, pues casi con toda seguridad el locutor dirá que en los Estados Unidos se trabajó normalmente y no hubo manifestaciones de ningún tipo.




Como estoy cierto que más de alguno de nuestros ciudadanos modelo tratarán de entender de qué se trata esto del feriado con manifestaciones, música, gritos, palos, represión y desconcertantes reuniones y para evitarles una carga de trabajo suplementaria, se los explico en estas breves líneas.





Sus orígenes.





Aunque los Estados Unidos es uno de los raros países del mundo que no celebra el día internacional de los trabajadores el 1° de Mayo, ya que lo hace el primer Lunes de Septiembre (Labor Day), todo comenzó hace más de un siglo en ese país; su historia está estrechamente vinculada con el desarrollo del capitalismo en el siglo 19 y con la emergencia de un nuevo actor social en la época: el obrero industrial no calificado.




A finales de 1860 el capital industrial americano está relativamente bien implantado en las regiones del noreste de los Estados Unidos. Sin embargo, dos grandes problemas se presentan para una acumulación intensiva del capital: el monopolio del "saber industrial" que permanece en manos de los obreros por oficio, excluyendo así a los patrones del control del proceso de producción y, la carencia de mano de obra.




El primero de los problemas será resuelto algunos años más tarde por F. Taylor ( 1856-1915), quien con su Organización Científica del Trabajo hará su gran contribución histórica al capitalismo, aniquilando al obrero por oficio y restituyendo el control del proceso de trabajo a los patrones. La carencia de mano de obra se resolverá gracias a la inmigración ( en 1860 hay 5 millones de inmigrantes mayoritariamente irlandeses y alemanes) y a través de la guerra de secesión (1861-1865) que permitirá cortar las cadenas de los esclavos negros del sur, para cambiárselas por otra más sofisticada , pero no menos penosa: la cadena de montaje.




De esta forma las condiciones están dadas para una rápida expansión del capital y para una explotación intensiva de la fuerza de trabajo. Y es contra esto que los obreros protestan; contra las condiciones inhumanas de trabajo, reivindicando sobretodo una jornada más corta: la jornada de trabajo de 8 horas.




La lucha por las ocho horas es el origen del movimiento sindical moderno en los EE.UU. En torno a ella se cohesionan los obreros por oficio , los anarquistas, los no calificados y la, en aquellos tiempos, poderosa organización llamada " Caballeros del Trabajo".




En este objetivo las organizaciones sindicales se reunen el 7 de Octubre de 1884 y deciden realizar una gran huelga nacional por las ocho horas, a partir del 1° de Mayo de 1886.




Ese 1° de Mayo el país fue semiparalizado. 400 mil trabajadores en huelga.15 mil empresas no funcionaron y en algunas ciudades como Chicago, New York, Baltimore, Detroit, Milwanka, el paro fue total con manifestaciones, represión y provocación policial.








Los Mártires.








La huelga continúa y la reacción contra los huelguistas se acrecienta. El 3 de Mayo, seis obreros de la Mc Cormic Reaper fueron asesinados. Al día siguiente (4 de Mayo de 1886) una manifestación de protesta contra la brutalidad policíaca se organiza. Se trata de una pacífica reunión en Haymatket Square que convoca a 15 mil personas. Los oradores se suceden. Entre los más conspicuos están Auguste Spies, de origen alemán; Samuel Fielden, de origen inglés; Albert Parson, americano. Hay efervescencia, entusiasmo y calma. La manifestación se disuelve; sólo quedan alrededor de 100 personas cuando la policía irrumpe y arremete con violencia. En ese instante un desconocido lanza una bomba que al estallar mata a un sargento, a siete policías y a cuatro trabajadores. Hay más de 60 heridos graves y detenidos. Se acusa a los organizadores, a los dirigentes, a los oradores.




En uno de los juicios más infamantes de la historia, son condenados a la horca: Auguste Spies, Samuel Fielden, Oscar Neebe, Adolphe Fischer, Michel Schwab, Louis Lingg, George Engel y Albert Parson. Este último se constituye voluntariamente prisionero, sabiendo los riesgos que corría.




El 11 de Noviembre de 1887 fueron ejecutados Spies, Fischer, Engel y Parson. Louis Lingg se suicida en prisión antes de ser colgado. Schwab y Fielden fueron condenados a pena perpetua y Neebe a 15 años de reclusión.




Seis años más tarde, John Altged, Gobernador de Illinois, tomó la iniciativa de revisar el proceso. Al término del mismo, se decreta la libertad sin condiciones de los detenidos y la pública rehabilitación de los ejecutados.








La historia sigue su curso.








Las protestas y las huelgas continuarán en el mundo entero por la reducción de la jornada de trabajo. Un congreso de la Segunda Internacional se organiza en 1889 en Paris, con ocasión del centenario de la "Toma de la Bastilla". El testimonio de la delegación norteamericana sobre los sucesos de Mayo de 1886 es emocionante. Se adopta la resolución siguiente: " El Congreso decide organizar una gran manifestación internacional con el objeto de que en todos los países y ciudades del mundo , las masas trabajadoras pidan en un día determinado a las autoridades del Estado, la reducción legal a 8 horas de la jornada de trabajo. Tomando en consideración que la Federación Americana del trabajo decidió en su Convención de St. Louis, en Diciembre de 1988, que la fecha elegida sea el 1° de Mayo de 1890, los delegados aceptan esa fecha para la Manifestación Internacional ". Desde entonces éstas continúan. Se asocian otros temas y otras reivindicaciones que van adquiriendo un carácter más revolucionario y una mayor vinculación con el socialismo europeo.




Los trabajadores norteamericanos no aceptan esta evolución, a pesar de contar entre sus fundadores a connotados socialistas como Eugene Debs, Daniel de Leon y a la extraordinaria Mary Jones, líder de los mineros, más conocida como "Mama Jones". Ellos celebrarán separadamente en otra fecha.




El movimiento por las ocho horas termina cumpliendo con su objetivo el que es consagrado universalmente al adoptarse el Convenio n° 1, por la naciente Organización Internacional del Trabajo, en Octubre de 1919 en Washington.




La implantación de la jornada de ocho horas se generaliza, pero la tradición continúa: La explotación de los trabajadores adquiere formas más sutiles, pero no menos dramáticas. Hay cesantía, bajos salarios, desprotección social. En los países pobres emergen las llamadas Zonas Francas Industriales donde no existen los derechos laborales. En los países desarrollados se aplica la Flexibilidad del Trabajo y bajo el imperio de las dictaduras militares la noción de Libertad Sindical es inexistente.




Por ello se continúa manifestando. Es la razón por la cual, aunque hayan pasado 125 años, el Primero de Mayo aún tiene actualidad.