martes, 6 de agosto de 2013

CURIOSIDADES

                                                                                                             

                                                                                                         Agustín Muñoz V.
 
En anteriores crónicas nos hemos referido a algunas cosas curiosas de la política o de sus actores. Habíamos evocado, por ejemplo, las revelaciones públicas de algunos gobernantes o candidatos a serlo, de conversaciones sostenidas con difuntos encarnados en animalitos, de apariciones, de diálogos con fallecidas personalidades a través de los sueños, de consultas a adivinos, de sahumerios, de limpiezas de auras, como quien acude a un salón de belleza, etc.
Basados en esos sobrenaturales intercambios nuestros líderes elaboran sus programas, sus proyectos de país y toman decisiones a veces trascendentales para la humanidad, la mayoría de las veces equivocadas. Tal vez esta pueda ser una de las razones del descrédito de los gobernantes y de la enorme desafección de la ciudadanía hacia la política, hacia los políticos y hacia sus instituciones.
Hace pocas semanas la opinión pública internacional fue sorprendida por otra curiosidad. Esta vez el protagonista fue nada menos que el primer ministro japonés Shinzo Abe. Al parecer la residencia oficial del premier estaba invadida por un espíritu errante o almas vagabundas. Shinzo Abe se negaba a ocupar su oficial morada pues desde mayo de 1932, fecha de un golpe de estado militar en el que fue asesinado el primer ministro de entonces Inukai Tsuyoshi, ocurrían extraños fenómenos en la residencia. Caminatas, pasos, carreras, conversaciones, gritos, carcajadas y otros ruidos perturbaban la nocturna tranquilidad de los moradores. Documentos de la más alta importancia para la seguridad nacional aparecían en los lugares más insólitos. Las vestimentas de los ocupantes que normalmente eran cuidadosamente preparadas y ordenadas en olorosos closets y placares de finas maderas, aparecían al día siguiente cubiertas de polvo, de barro y de excrementos. Los servicios secretos de Japón tuvieron que tomar cartas en el asunto y no solamente desplegaron los más modernos equipos tecnológicos para dilucidar el misterio, sino que además se redobló la seguridad del primer ministro y de sus familiares, sin resultado alguno. Al visionar una de las cámaras, de improviso apareció un aterrado gato con los pelos erizados y las orejas en ristre. El felino fue el chivo expiatorio y sirvió para dar una escueta respuesta a la pregunta escrita de un diputado opositor que cuestionaba sobre la existencia de fantasma: “no hay presencia de espectros ni se observan fenómenos sobrenaturales en la residencia”. Sin embargo, el primer ministro cambió de lugar de habitación, atemorizado probablemente por las situaciones vividas y por las estadísticas que muestran que, en los últimos 7 años, sus pares predecesores que habitaron el lugar tuvieron una duración media en el puesto inferior a once meses.
El mito de las ánimas en pena utilizado de manera magistral por el mexicano Juan Rulfo en Pedro Páramo, es una vez más superado por la superstición política.
Argentina nos sorprende nuevamente con otra de sus curiosidades, aunque esta vez mucho menos trágica que algunos episodios de su historia. Se trata nuevamente de Evita Perón, madre del pueblo argentino, ídolo de los descamisados y de los oprimidos. La pobre Evita que después de su muerte continuó sufriendo los altibajos de la política siendo denostada, insultada, sus despojos trasladados de un lugar a otro para evitar que fuera objeto de culto. Esfuerzos inútiles, pues su nombre y su imagen continúan siendo venerados hasta nuestros días por generaciones de argentinos y de extranjeros. A pesar de ello, la polémica persiste y esta vez sobre el terreno financiero pues el gobierno de Cristina Fernández, hace ya casi un año, sacó un nuevo billete de cien pesos con el rostro estampado de la sacrosanta Evita. Al parecer el billete ha sido objeto de algún maleficio pues es imposible obtenerlo en los cajeros automáticos. Los comerciantes se niegan a recibirlo argumentando que su falsificación es simple y que, además, una vez recibido, las ventas disminuyen sorpresivamente. Los cien pesos se han convertido en una seria disputa política entre gobierno y oposición pues el peronismo, si bien es cierto, ha aceptado en parte y a regañadientes su responsabilidad en la represión durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón, en lo que respecta a la figura de Evita no claudica, aunque aparezca en un ya casi devaluado billete. El Papa Francisco ha sido discretamente contactado por el Gobierno para una eventual intervención y éste se ha reunido ya en tres ocasiones con el Cardenal responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El máximo héroe de la independencia de la India, el pacifista y austero Mahatma Gandhi a quien Winston Churchill despreciaba y se refería como “al faquir medio desnudo”, nos sorprende ahora con episodios poco conocidos. Resulta que para probarse a sí mismo en su camino hacia la santidad, dormía desnudo con dos núbiles sobrinillas que además lo acariciaban y masajeaban cuotidianamente. Como dirían en Chili: Señores, no hay salud que resista.
Es sabido que al dictador Francisco Franco cuando salía a practicar su deporte favorito: la pesca de salmones; dos experimentados buceadores de su guardia personal le introducían los rosados peces en el anzuelo. Esa técnica le fue igualmente aplicada en Chile a Enrique Urrutia Manzano, servil Ministro de la Corte Suprema de Justicia durante la dictadura de Pinochet.
Lo que es menos sabido es que al todopoderoso dictador, por estrictas ordenes del Mamo Contreras, le introducían putas vestidas con uniforme de oficiales de la Fuerza Aérea o de la Marina para inflarle su ego de conquistador. Todo se desmoronó el día en que el Brigadier general reconoció a la hija de un destacado alumno suyo de la Academia de Guerra y del arma de artillería. La joven en cuestión aficionada a una droga dura, redondeaba sus fines de mes ejerciendo como meretriz en el Maeva. El Mamo fue severamente reprendido, de las jovencitas vestidas de oficiales nunca más se supo, se acabaron las fáciles conquistas , el padre de la muchacha fue dado de baja de la institución y Pinocchio debió internarse de urgencia en el hospital militar para practicarse exámenes sanguíneos.
Y ya que hablamos de chilito, no podemos dejar de mencionar una de las más recientes curiosidades políticas: la renuncia a la candidatura presidencial de Pablo Longueira, que aunque en contacto con el más allá, no pudo resistir a la enorme presión del más acá de Bachelet y cayó, según dicen los periódicos, en una profunda depresión. Hay otros sabrosos ejemplos de estas curiosidades políticas. Los dejaremos para una próxima crónica.
 
Piana, Julio 2013.

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