La vieja aspiración de una parte importante de la ciudadanía por obtener un nuevo texto constitucional que reemplazara al impuesto por la dictadura en 1980, se inicia a partir del estallido social del 18 de octubre de 2019 y, oficialmente, con la promulgación de la Ley 21.200 del 23 de diciembre de 2019 que incorpora el itinerario y reglas del proceso constituyente.
Estos textos jurídicos se enriquecerán posteriormente con la
aprobación de la Leyes 21.216 y 21.298 que se refieren a normas específicas de
convencionales en cuanto a la paridad de género, escaños reservados para pueblos
indígenas y para personas discapacitadas.
En el Plebiscito Nacional del 25
de octubre de 2020, el “Apruebo” a una nueva Constitución obtuvo una aplastante
mayoría con un 78% de la votación.
Posteriormente en mayo de 2021 se
eligen través de sufragio universal los 155 convencionales constituyentes
quienes trabajaran hasta el 4 de julio de 2022 dando término al funcionamiento
de la Convención.
La dinámica constitucional
continúa con el restablecimiento del voto obligatorio, dos plebiscitos de
salida y en medio de ellos una nueva elección de consejeros constitucionales.
Hace justo un año, el 4 de enero
de 2022, fue publicada en el Diario Oficial la Ley que modifica el voto
voluntario y restablece el voto obligatorio en todas las elecciones y
plebiscitos exceptuando solo a las primarias. Esta modificación constitucional fue
aceptada y aplaudida muy mayoritariamente por el conjunto de la clase política
chilena, que estaba lejos de imaginar las sorpresas que les depararía en los
futuros comicios.
Desde la promulgación de la
Ley se desarrollaron tres importantes
votaciones: el plebiscito de salida del 4 de septiembre de 2022 en que el
61,89% rechazó la propuesta constitucional;
la elección de consejeros constitucionales del 7 de mayo de 2023 cuyos resultados dieron
una aplastante mayoría a los candidatos de las listas de la derecha y de la
extrema derecha chilena ( más de un 85%) liderada por José Antonio Kast y el segundo plebiscito de salida del
domingo17 de diciembre de 2023, en el que la opción En contra obtuvo un
55,76% de los votos imponiéndose al A
favor, propiciado por la derecha extrema que recibió el 44,24% de las preferencias .
Estos insólitos y contradictorios
resultados no solamente han alimentado un intenso debate en la sociedad
chilena, sino que además incidieron en un consenso en cuanto a que se cierra el
ciclo de reforma constitucional, según lo expresado por el propio presidente
Boric.
De esta manera seguirá vigente en
Chile, por un largo período, la Carta Magna de 1980, que fue propiciada por el
dictador Pinochet y enmendada en algunos de sus artículos por el presidente
Ricardo Lagos.
La mayoría de los analistas
políticos, opinólogos, académicos, políticos y faranduleros han coincidido en
que son los casi 5 millones de nuevos votantes obligados, los que con sus
dobles rechazos han descompaginado el panorama, definiendo su comportamiento
como un “Condoro”. “Se mandaron un Condoro” dijo, con rostro grave, el 5 de
septiembre de 2022, un importante personaje de izquierda otrora miembro de la
extrema derecha. Quedamos “Plop” expresó un connotado parlamentario de las
huestes derechistas el 17 de diciembre del pasado año.
¿Por qué un Condoro? ¿Por qué “Plop”? Las palabras aluden directamente al más
popular personaje de las tiras cómicas chilenas: a nuestro criollo Condorito creado por René
Ríos, Pepo, en 1949.
Condorito es un personaje que
representa al Chile profundo, sin instrucción, sin oficio conocido que ejerce
los más diversos e informales empleos; pobre, dotado de un gran humor,
ingenioso, satírico, chistoso, parrandero,
metedor de pata , no apegado a convenciones , que vive en un recóndito pueblo
llamado Pelotillehue y rodeado de personajes la mayoría similares a él, pero muy solidarios entre ellos, como su
compadre, un honesto carpintero llamado don Chuma, Come gatos, Huevo duro,
Cabellos de ángel, Ungenio González,
Garganta de lata , Coné y otros que, aparte de las características ya
enunciadas, son indiferentes a la política aunque en varias ocasiones se
muestren bastante conservadores y críticos de ciertos movimientos sociales, de determinados
extranjeros o explícitamente machistas en sus apreciaciones.
Algunos personajes representan a
una clase media también despolitizada con rasgos individualistas o arribistas
como los padres de Yayita, la despampanante novia de Condorito o los de su
eterno rival: Pepe Cortisona.
Si bien las Instituciones
políticas, las Fuerzas armada o las Iglesias son por lo general
humorísticamente bien tratadas, la única critica persistente a una de ellas, es
el escarnio público que hace Condorito de un militar al que apoda “el roto
Quezada” que en la realidad fue a finales de los años 40 un uniformado gerente
del Club militar llamado Washington Quezada. Este militar tuvo un grosero
comportamiento con la esposa de Pepo en el recinto mencionado, por lo que el
dibujante lo estigmatizara de por vida no solo con la famosa frase “que muera
el roto Quezada” sino que, además, dándole el nombre de Washington a su fiel
perro de raza desconocida.
Un aspecto importante de
Condorito o de sus personajes es que luego de haber cometido un chascarro,
metido la pata (de allí la expresión mandarse un Condoro) o haber pasado por un
momento complejo o bochornoso, la historia se termina con la exclamación “Plop”
o “exijo una explicación”
¿Los 5 millones de nuevos
votantes se mandaron un Condoro o dejaron “Plop” a la clase política?
La verdad es que la mayoría de
ellos corresponden, según los sesudos estudios sociológicos realizados por
prestigiosos establecimientos académicos, a categorías socioeconómicas bajas o
medias bajas, con un escaso nivel de educación, en general conservadoras y muy
distanciadas de la política y de sus protagonistas a los que en el fondo
desprecian profundamente y donde la valoración de la Democracia es poco
consistente.
Se caracterizan igualmente estos
votantes obligados, por ser jóvenes, con una débil mayoría femenina, por tener
mucha desconfianza de lo extranjero y estar particularmente preocupados en
buscar soluciones a los problemas que los aquejan cotidianamente, lo que
incidiría en su comportamiento electoral veleidoso enmarcándose en lo que Darío
Saint Marie llamo “la Ley de la pasarela”.
Como se podrá apreciar, muchos de
los rasgos descritos corresponden a las características de nuestro Condorito y
a las de sus personajes, aun cuando les falte el humor y el espíritu solidario
de los hijos de Pepo. De allí que el comportamiento y la propuesta de la clase
política deba modificarse sustancialmente
ante los próximos compromisos electorales de octubre de 2024 para elegir
alcaldes, concejales y autoridades regionales y
ante la presidencial de 2025, pues de continuar el comportamiento intolerante
en las propuestas ( caso de Kast), la corrupción (caso de todos) o las vueltas
de carnero como en el caso de Boris con el acuerdo suscrito con Soquimich de
Ponce Lerou, es bastante probable que el voto obligado sumado al de otros
electores y al de los que han votado blanco o nulo, puedan de manera
contundente dejar PLOP a la clase política que ni siquiera podrá decir “Exijo
una explicación”
No hay comentarios:
Publicar un comentario